Panorama fiscal de México en 2025: tecnología, fiscalización y crecimiento

Tras las recientes elecciones en México, y con el nombramiento de Édgar Abraham Amador Zamora como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Ha generado expectativas de estabilidad y continuidad en la política fiscal del país. En ese contexto, los Pre-Criterios de Política Económica para 2025 revelan un enfoque centrado en la fiscalización efectiva, el uso de tecnología y el cumplimiento voluntario como pilares clave.

Uno de los aspectos más destacados es el fortalecimiento del Plan Maestro del SAT, que en los primeros cinco meses de 2024 logró una recaudación histórica de más de 359 mil millones de pesos, un aumento de más de 261 mil millones respecto al año anterior. Este logro se atribuye a una fiscalización intensiva en 18 sectores clave como la industria automotriz, el acero, la construcción, el sistema financiero y la electrónica.

El SAT está apostando fuertemente por la transformación digital de sus procesos fiscales. Mediante tecnologías como inteligencia artificial y machine learning, la autoridad puede ahora analizar grandes volúmenes de información (CFDI), detectar irregularidades, automatizar tareas administrativas y generar recomendaciones personalizadas para auditores. Esto mejora significativamente la eficiencia de las auditorías y reduce los márgenes de evasión fiscal.

Además, se está promoviendo el cumplimiento voluntario mediante estrategias como el prellenado de declaraciones, una atención más eficiente a contribuyentes en zonas remotas, y la inclusión de nuevos impuestos para reducir la corrupción. Durante 2024, se logró regularizar parcial o totalmente a 377 grandes empresas, lo que demuestra el impacto tangible de estas estrategias.

Desde una perspectiva macroeconómica, los Pre-Criterios 2025 también reflejan una visión optimista. Se prevé un crecimiento del PIB entre 2.0% y 3.0%, acompañado de aumentos en inversión pública y privada, generación de empleo y un nivel de deuda pública sostenible.

Esto permite preservar la calificación crediticia del país, manteniendo un entorno de certeza para los inversionistas y para el desarrollo económico nacional.

En conclusión, México se encamina hacia un 2025 con un enfoque fiscal más inteligente, apoyado en la tecnología, el análisis de datos y la fiscalización dirigida. La combinación de estos factores con un entorno económico estable posiciona al país para consolidar avances en eficiencia tributaria, combatir la evasión y mejorar la confianza en el sistema fiscal.